sábado, 3 de diciembre de 2011

Rehabilitación en el ictus: fase III

La última fase, dentro de la evolución en la recuperación de un ictus, está muy vinculada a la recuperación de la vida cotidiana. Dentro de todas las fases, este es quizá el objetivo más importante, por lo que se hace mucho énfasis en que todas las actividades que se realizan tengan este mismo objetivo. 

La fase III está orientada al logro y readquisición de las habilidades más complejas que se han podido "perder" tras sufrir un ictus: caminar, correr, subir y bajar escaleras y rampas, etc. También es muy importante continuar con las terapias de lenguaje y memoria, especialmente si se han visto afectadas.

Ahora bien, qué podemos hacer en casa?. Primero debemos saber que existen muchas herramientas que nos van a servir de apoyo para caminar si así lo necesita nuestro familiar. Estos son los más comunes:
Andador

Muletas

Bastones
Luego de que la herramienta de apoyo está seleccionada (según la persona se sienta más cómoda y segura) hay que lograr el salto definitivo: EMPEZAR A ANDAR. Es muy importante fomentar esto para lograr nuevamente la autonomía. Buscaremos que nuestro familiar camine por sitios seguros y que sean cómodos para ellos/as. Si no podemos acompañarlos en este proceso, buscaremos que otro familiar o un cuidador lo haga. No debemos dejarlos solos en este momento. Durante la noche, si se levanta para ir al baño, podemos dejarles la luz del pasillo o del baño encendidas para minimizar el riesgo de caídas. Debemos advertirles que al andar no miren al suelo sino al frente, para evitar posturas erróneas que puedan derivar en dolores de espalda.

 El andador es el apoyo que más comúnmente se utiliza porque permite un apoyo más seguro, especialmente para personas mayores. Los hay con una pequeña "silla" incorporada por si la persona se cansa durante la caminata. Esta se colocará por delante de la persona, y por cada dos pasos que se den, el andador debe moverse hacia delante para evitar tropiezos.

Si se decide utilizar muletas, es importante saber las medidas apropiadas, tomando en cuenta que no puede apoyarse el peso en las axilas, sino en brazos y manos extendidas. Cuando la persona se pone de pie con las muletas, es importante que éstas se encuentren ubicadas a 10 cm de distancia del cuerpo para evitar tropiezos y deben estar un poco inclinadas hacia delante.

El bastón se utilizará mas bien hacia el final, cuando la persona tenga un mayor control corporal, puesto que es el que menos apoyo otorga. el bastón debe colocarse también 10 cm separado del cuerpo y angulado hacia delante. La persona debe cogerlo con la mano con la que tenga más fuerza; de esta forma evitaremos caídas. Cuando haya un mayor manejo del bastón, se puede cambiar de brazo, siempre y cuando tenga la fuerza y el tono muscular suficiente para aguantarlo.

Además de esto, podemos incluirlos en la realización de actividades domésticas sencillas como doblar la ropa, separar la compra, contar el dinero de casa, ordenar las pastillas en pastilleros, calcetar, etc. Todo esto evitando el uso, en un primer momento, de cuchillos, agujas, planchas y cualquier otro objeto que resulte peligroso. También puede ser conveniente comentarle a los vecinos acerca de nuestro familiar. Normalmente tienden a colaborar y a prestar ayuda para subir o bajar escaleras, ascensores y cualquier emergencia.