A pesar de ser un tema que ha sido
investigado en numerosas ocasiones, parece que hablar de la salud de los
cuidadores es algo que todavía queda relegado a un segundo plano, muy por
detrás del que sufre la enfermedad.
Hoy en día, la mayoría de las personas que
se encargan de cuidar a pacientes que han sufrido un ictus son los llamados
“cuidadores informales”: personas que no conocen o no tienen información sobre
la enfermedad y qué hacer en estos casos. Normalmente forman parte de la
familia del paciente, siendo en su gran mayoría mujeres (esposas, madres,
hijas, hermanas) las encargadas de cuidar y atender a las personas que han
sufrido un ictus. En España, 85% de los cuidadores son mujeres.
Cuando el ictus ataca a una persona en una
situación de fragilidad (tercera edad, enfermedades crónicas, discapacidad,
etc.) la situación inicial empeora, por lo que muy probablemente va a requerir
de una mayor demanda de cuidados; incluso va a necesitar que alguien le ayude a
hacer cosas que, sin sufrir la enfermedad, normalmente hubiese hecho solo/a,
tales como comer, ducharse o vestirse.
En el momento en el que se necesita más
ayuda, el cuidador ve crecer las responsabilidades que tiene, la
cantidad de horas que atiende al paciente llega incluso a ser más de 12 horas, y
el apoyo por parte de otros es escaso o nulo. Además puede experimentar cambios
en su vida cotidiana, repercutiendo en el bienestar y el estado general del
cuidador a nivel físico, psicológico, social y espiritual.
Si estas circunstancias se mantienen
durante mucho tiempo (más de tres meses) puede producirse lo que se conoce como
síndrome de agotamiento del cuidador. En este se presentan alteraciones
orgánicas y psicológicas debidas a la disminución del descanso y al excesivo
desgaste físico y emocional, tales como estrés, depresión, ansiedad, problemas
de concentración y memoria, aislamiento social, etc.
¿Qué podemos hacer para evitar el
agotamiento?
Lo más importante es prevenirlo. Y lo
podemos hacer de la siguiente forma:
· Estableciendo límites: hay
que fijarse metas reales en función de lo que verdaderamente se puede hacer y entender
que no se pueden satisfacer todas las necesidades del enfermo en un mismo
momento sin sentir culpa por ello; una pequeña distribución de actividades
durante la semana es una buena forma de establecer estas limitaciones.
· Conservar la vida personal: se
debe procurar tener un tiempo para uno mismo, aunque este sea pequeño. Si el cuidador
realiza actividades que no estén relacionadas con el cuidado del enfermo, podrá
mantenerse plenamente activo y esto repercutirá en un mejor rendimiento. La práctica
de ejercicio físico, meditación, relajación o paseos tranquilos pueden ser de
gran ayuda.
· Comunicación: es
importante la comunicación con los demás. El cuidador debe saber que no está
solo en esto; hablar con la familia, con los profesionales de salud y con los
vecinos, permite transmitir e intercambiar ideas, emociones y expectativas que
van a permitir reforzar los lazos de unión, se establecerá un sistema de apoyo,
se mejorarán las habilidades en el cuidado del paciente y se reforzará la
autoestima.
Mi padre hace seis meses que lo tuvo,tiene todavia el brazo izquierdo inmovil y no siente estimulos todavia,lo estamos llevando a un fisio.Es una persona que nunca quiere dar problemas a nadie ni ser un cargo,soy la hija que me quedo yo a su cargo.no es que los demas hijos no lo quieran cuidar,pero estan casados.El problema no es el ya les digo que es una persona que lo da todo por su familia,el problema soy yo.haber entre el y yo cuidamos a mi madre que se nos fue hace un año,ahora quiero cuidar a mi padre sin problemas y no se que hacer. Mis hermanas incluida yo siempre nos echamos una mano para estas cosas cuidar o llevar a mi padre al medico pasearlo etc,sin tener q implicar a nadie mas,el problema ahora que un hermano quiere cuidarlo tambien pero a su manera,le dijimos que era bueno que viniera el sabado que no trabaja,pero nada viene cuando le da la gana y luego cuando lo sacamos los demas le llama todo el dia haber donde esta,solemos ir a una cafeteria que le gusta mucho a mi padre y queda cerca de su casa por alli casi siempre van todos los hijos,es una cafeteria centrica,yo siempre dije que iba cuidar de mis padres,me llena el estar con ellos,a mis hermanos les vale verle alli un rato y ver que esta bien y ya esta ,al hermano que no quiere venir los sabados no ,no le vale eso,el va pero luego quiere ir a casa de mi padre,mi padre cuando estaba bien iban a casa a que comiera un pincho y un trago de vino,pero yo ahora no quiero que vaya.Yo estoy casi todo el dia con el,que ya les digo que de momento no da guerra lo saco a la calle para distraerlo y luego este se lleva la gloria, No se que hacer,el problema no es mi padre soy yo,no duermo bien y estoy cansada,por ese problema con mi hermano, que no quiero que venga a casa,no quiero andar dando excusas,ni andar escondiendome pa descnasar de verlo toda la semana,a veces va toda la semana y otras igual va dos dias,de verdad que estoy agobiada por este tema,estoy cansada por tener que pensar que hago pa no verlo,no tengo amigas ni nunca trabaje,yo solo quiero cuidar a mi padre sin problemas lo quiero mucho, Por favor haber si me pueden ayudar de alguna manera
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